Reproducción de las termitas

Reproducción de las termitas

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Después de la enjambrazón de las termitas, cuando hembra y macho se han juntado para formar una colonia y han encontrado el lugar adecuado, comienza a construirse la compleja sociedad del termitero, basada en un gran número de individuos donde cada cual realizará su función por el progreso de la colonia. Para ello la reina o termita hembra será el eje central del proyecto y de la biología del termitero, siendo capaz de generar un elevado número de termitas, aumentando progresivamente el tamaño de su abdomen y su capacidad reproductiva. La gran capacidad de reproducción de la reina y otros individuos capaces de sustituirla, posibilitan la superviviencia del termitero y dificultan su eliminación.

Papel de la termita macho

rey y reina termitaDebe hacerse notar que al formar una colonia de termitas, a diferencia de otras especies, el macho comparte con la reina todo el proceso. Entre los himenópteros, el macho desaparece del escenario tan pronto la hembra queda fertilizada, ya sea marchándose, ya sea muriendo o siendo muerto por la hembra al arrancarle las estructuras genitales. La hormiga o la abeja hembras ejercen por sí mismas un verdadero matriarcado. Pero la termita macho permanece con su esposa, compartiendo la labor de poner en marcha la nueva colonia y viviendo junto a ella muchos años e incluso tanto tiempo como la hembra.

La termita reina pone sus primeros huevos

Al cabo de un par de semanas la hembra empieza a poner huevos, pero sólo en pequeños lotes. El corto número de individuos que forman la primera cría y el lento crecimiento de una nueva colonia de termitas es sorprendente si se tiene en cuenta el gran tamaño que la colonia puede finalmente alcanzar. Lo huevos son limpiados a lametones y cuidados constantemente, característica general y esencialísima entre los termites, ya que los huevos descuidados enmohecen rápidamente y mueren. Pueden ser necesarias varias semanas para su eclosión.

Las ninfas, termitas inmaduras

Durante su primera fase, las minúsculas ninfas son alimentadas con secreciones líquidas de sus padres e incluso con desperdicios fecales de la cavidad nidal. Al cabo de unas dos o tres semanas hacen la primera muda, substituyendo no solamente el exoesqueleto propiamente dicho, sino también el recubrimiento del intestino posterior. Es en ese momento cuando las ninfas deberán quedar infestadas de los protozoos o bacterias que les permitirán digerir la celulosa de la que se alimentarán como fuente principal de alimento. Deben tener lugar varias mudas más y deben pasar de tres a seis meses antes de que las ninfas alcancen su pleno desarrollo. Las primeras ninfas pueden presentar un crecimiento algo más acelerado y convertirse en individuos de tamaño inferior al normal en un período considerablemente más corto que el de sus hermanos y hermanas que vendrán después, cuando la colonia se halle sólidamente establecida y próspera.

Especialización de las termitas y diferenciación en castas

Durante mucho tiempo, hasta que la colonia haya alcanzado la estabilidad y esté formada por una numerosa población, los jóvenes pueden desarrollarse exclusivamente como termitas obreras y termitas soldado. Pasarán probablemente varios años antes de que la sociedad pueda emprender el esfuerzo de producir un vuelo de colonización con machos y hembras sexuados y alados. No se puede decir que las termitas obreras y soldado carezcan esrtictamente de sexo, toda vez que es posible identificarlas estructuralmente como machos o hembras, pero sin embargo no realizan actividades reproductoras, siendo por ello funcionalmente neutros, cualesquiera que sean las potencialidades heredadas. Solamente el rey y la reina originales, y quizá unos pocos individuos posteriores y accesorios, pueden reproducirse. La inmensa mayoría no hacen otra cosa que trabajar. La eficacia de la sociedad entre los insectos se basa en la estirilización del proletariado.

Durante mucho tiempo, y en algunos termites durante toda la vida de la colonia, el rey y la reina originales son los únicos miembros reproductores. Pueden vivir varios años, quizá doce o más. La fecundidad de algunas reinas es enorme, habiéndose hecho estimaciones de puestas de 30.000 huevos diarios, aunque de 8.000 a 10.000 es probablemente una cifra más representativa. En muchas especies pueden aparecer individuos reproductores adicionales de ambos sexos, desarrollándose a partir de ninfas obreras. A veces estos reproductores secundarios aparecen mientras aún viven los primarios, pero es mucho más corriente que se presenten sólo después de la muerte del rey o de la reina primarios o de ambos. Nunca alcanzan el tamaño de las formas sexuadas originales y no poseen alas, o las tienen como máximo rudimentarias. Se parecen en esto a las fases no maduras por lo que se denominan neoteinicos. En algunas especies puede también desarrollarse un tercer tipo de individuos reproductores; un soldado sexualmente activo que es capaz de poner huevos.
Con tal reserva de individuos reproductores como recurso, no es de extrañar que las colonias de termitas prósperas puedan componerse de millones de individuos y puedan perdurar durante muchos años, quizá medio siglo más, dificultando la eliminación del termitero.

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